Había al menos una persona condenada a muerte en espera de los resultados de su petición de clemencia.
En julio, Alyaksandr Lukashenka ganó las elecciones al cargo de presidente, de reciente creación. En febrero, el parlamento rechazó un proyecto de ley sobre una alternativa civil al servicio militar obligatorio y se negó a incluir en la nueva Constitución, aprobada en marzo, disposiciones sobre la objeción de conciencia. En la Constitución también se mantuvo la pena de muerte como «medida excepcional de castigo para delitos particularmente graves». A fines de año el Parlamento todavía no había aprobado el nuevo proyecto de código penal que iba a despenalizar los actos homosexuales voluntarios entre hombres adultos y a limitar el ámbito de aplicación de la pena de muerte.